Con la llegada de los esclavos angolanos en el continente americano, fueron usados movimientos traidos de Angola que perpetuaron una cultura en América Latina. Los movimientos y espíritu de estos hombres se tornaron importantes en batallas de libertad originando la Capoeira. Para conservar y defender sus conocimientos, los esclavos africanos usaron el cuerpo en forma de dansa. La música tambien tubo su papel fundamental como arma inofensiva en el disfras de los movimientos de lucha donde la dansa escondia la atencion hostil a rebelion. Los trucos y percepción fueron desenvueltos por los jugadores, praticantes que através de vibraciones músicales desenvolvieron habilidades de combate.
La Capoeira es la frontera de lucha en dansa y dansa en lucha.
Hoy en dia, ella puede ser practicada a cualquier edad, sea niños, adolecentes, adultos o ancianos, ella se adapta a las capacidades y limitaciones de cada uno, nunca es demasiado tarde para comensar esta practica antigua. La Capoeira es un deporte cultural que permite que el cuerpo trabaje de forma armoniosa. Ella aborda a las personas tanto en lo psicomotor y emocional en el sistema afectivo y social cognitivo.
Divertido y informativo, ella realiza y desenvuelve actividades de creacion en formas artísticas y sociales apropiadas. Ella tambiém permite desenvolver individualmente una disciplina y un equilíbrio mental. El Maestro Ataare enseña una técnica antigua, Arte Marcial Africano (AMA) transmitida y enseñada por el Maestro Liminha. Esta técnica se utiliza como medio de exprecion corporal, arte de control del cuerpo y autocontrol personal, autodefensa, lucha, canciones, músicas y humildad. Es un estilo de enseñanza se centra en las técnicas de combate con sus propias manos o armas. Históricamente, esta formación incluye una dimensión espiritual y moral de auto-control (esencial tanto a dimitir lucha evitable para hacer frente con eficacia, si no lo es), y se enriquece con diversos conocimientos (culturales, filosóficas, bienestar …). Por lo tanto, las artes marciales africanos apuntan al desarrollo integral de la persona: externa (fuerza, flexibilidad), interna (energía, salud), intelectual y moral.