Bassula es una de las artes marciales tradicionales de Angola. La palabra Bassula significa rasteira, un golpe dado por un luchador con intención de derribar al adversario. Esta lucha era practicada en la comunidad de Axiluanda, por los axiluandeses y bessanganos del litoral luandés, y sus mayores practicantes eran los pescadores. Uno de los últimos Mestres fue António Joaquim (Cabetula), nacido el 20 de agosto de 1920 en la Isla del Cabo (también conocida como Isla de Luanda) en Luanda y murió a los 84 años en Mussenda (Boavista), localidad que ya no existe hoy en día.
En su día el mestre, junto con otros axiluandeses y bessanganos más jóvenes, se reunían en tertulias donde no faltaban el mufete, (comida típica angolana a base de pescado, mandioca., boniato, banana y harina.) maruva y vino, y donde explicaban y enseñaban las diversas y numerosas kibwas (rasteiras) y kapangas (llaves) al mismo tiempo que relataban fantásticas historias ocurridas a lo largo de las décadas de existencia de este juego acrobático tradicional de la comunidad del litoral de Luanda.
La Bassula era una práctica muy común entre los naturales de la región circunscrita a Mussulo, Corimba (Kolimba) y Samb-Kamuxiba, pasando por la Isla del Cabo hasta Cacuaco (Kakwaku) cuyos “cerebros y eximios bassulistas eran los de la Isla del Cabo, actualmente conocida como Isla de Luanda.
La época más propicia del año para la práctica y el aprendizaje de este “arte marcial” era sin duda el verano, cuando los pescadores se preparaban para determinados desafíos que debían enfrentar en su vida social, así como también como defensa personal en casos de conflictos con sus vecinos o rivales.
La Bassula de Kissoco (amistad) era una verdadera lucha deportiva y recreativa que reunía a familiares, amigos y personas de confianza, quienes la practicaban en ocasiones especiales.
En las ceremonias de casamiento, en algunas familias, el suegro o tío de la novia acostumbraba poner a prueba al futuro yerno practicando Bassula de Kissoco, con un carácter meramente recreativo, donde el novio fingía no ser un buen luchador para no faltar el respeto a sus mayores (y ante la posibilidad de tener que pagar una multa en forma de bebidas y otros manjares culinarios), simulando una derrota.
En otras ocasiones, se enfrentaban grupos de danza rivales en el Carnaval de Angola, eran luchas de barrios, y los conflictos eran violentos cuando los grupos rivales recorrian las ciudades luchando con la práctica de la Bassula, lucha que solo terminaba cuando llegaban las autoridades.
La Bassula de Jinvund era violenta, y los contendientes debían demostrar sus técnicas y habilidades usando a veces artefactos como tablas de barriles y navajas.
Los que practicaban la Bassula eran particularmente los pescadores de Samba Grande, Isla del Cabo y de Samba Pequena, y, como eran, al fin y al cabo, gente con un origen y linaje comunes, la practicaban para fortalecer la amistad y la fraternidad entre ellos, lo que corresponde con el dicho popular “la riqueza y la alegría del hombre africano residen en su coesión social”
Actualmente la gran cantidad de elementos foráneos que inundan la cultura y la sociedad axiluandesa, propios de la dinámica sociocultural, han hecho que la Bassula haya ido desapareciendo o siendo estatizada.
A pesar de ser un deporte de amistad, su técnica ha sido relegada al olvido ya que sus valores no se han seguido transmitiendo a las nuevas generaciones, que siguen practicando su principal actividad, la pesca, asociada a creencias en torno al mar y a Kianda, objeto de evocaciones y devoción, pero, en contraste, la cultura axiluandesa ha ido perdiendo gradualmente algunos de los aspectos más significativos de su identidad, como resultado de la gran cantidad de elementos foráneos y el mestizaje que caracteizan hoy a los pueblos de la Isla de Luanda.
A pesar de que la aculturización es un proceso inevitable, los valores de la cultura axiluandesa como las técnicas y el manejo de los instrumentos de pesca, la Rebita, los trajes típicos de los hombres y mujeres para las diferentes ocasiones, o el encanto y exuberancia de la Bessa Ngana, así como las ceremonias en honor a los difuntos, (rituales de defunción y viudez) se siguen manteniendo, y deben ser preservados.
La transformación de la Bassula en un deporte de amistad, de fraternidad, y de preparación fisica para la defensa personal, puede ser reactivado, y practicarse periódicamente como una manera de perpetuar la cultura, para el uso, disfrute y contemplación de las generaciones presentes, y sobre todo de las venideras, en particular de los axiluandeses del futuro.